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Un tatuaje no es solo una obra de arte en tu piel, sino también una inversión personal y un compromiso con tu bienestar. Mantener tu tatuaje en perfectas condiciones requiere mucho más que admirarlo en el espejo; es fundamental adoptar una rutina de cuidado adecuada desde el primer día.
Por eso, a lo largo de este post, te proporcionaremos consejos esenciales y prácticas recomendables de cómo cuidar un tatuaje para asegurarte de que tu tatuaje se mantenga bonito y saludable a lo largo del tiempo.
Descubre cómo cuidar tu tatuaje en tu día a día y asegúrate de que esa obra maestra brille como el primer día. ¡Comenzamos!
Mantener el cuidado diario es esencial, puesto que un tatuaje es una herida abierta durante sus primeras etapas de curación. Sin el cuidado adecuado, se corre el riesgo de infecciones que pueden causar dolor, enrojecimiento, hinchazón y, en casos graves, daños permanentes en la piel y el diseño del tatuaje.
La exposición al sol, la fricción y el uso de productos inadecuados pueden desvanecer los colores y dañar la definición del tatuaje. El cuidado diario ayuda a proteger el pigmento y a mantener los colores vivos y nítidos.
Además, un buen cuidado asegura que la piel se recupere correctamente. Utilizar cremas hidratantes adecuadas y evitar la exposición excesiva al agua ayuda a prevenir la formación de costras gruesas, cicatrices y otras complicaciones que pueden afectar la apariencia final del tatuaje. Siguiendo los pasos adecuados, puedes disfrutar de tu tatuaje en todo su esplendor durante muchos años.
Ahora sabemos que cuidar un tatuaje correctamente es crucial para garantizar su curación adecuada y mantener su apariencia a largo plazo. Así que, a continuación, te explicamos cómo hacerlo. ¡Presta atención!
Tu tatuador cubrirá el tatuaje con una venda o un film de plástico para protegerlo de las bacterias y la fricción. Mantén esta protección durante el tiempo recomendado por tu tatuador, generalmente entre 2 y 24 horas.
Después de retirar la venda, lava el tatuaje suavemente con agua tibia y un jabón neutro sin fragancia. Usa tus manos, no una toalla o esponja, para evitar irritar la piel. Enjuaga con cuidado y seca la zona dando suaves toques con una toalla limpia o papel de cocina.
Después de lavar, aplica una capa delgada de pomada recomendada por tu tatuador, como Bepanthol o una crema específica para tatuajes. Esto ayudará a mantener la piel hidratada y protegerá el tatuaje.
Una vez curado, siempre aplica protector solar en tu tatuaje cuando esté expuesto al sol. Los rayos UV pueden desvanecer los colores y dañar el diseño.
Mantén el tatuaje alejado de la luz solar directa y evita nadar en piscinas, jacuzzis, playas o bañeras hasta que el tatuaje esté completamente curado. La exposición excesiva al agua y al sol puede dañar el tatuaje y aumentar el riesgo de infección.
Lo más importante en este proceso es mantener el tatuaje limpio e hidratado en todo momento. Una piel sana es clave para un tatuaje bonito, bien definido y duradero.
El cuidado de un tatuaje puede variar según tu tipo de piel, ya que los diferentes tipos de piel tienen diferentes necesidades y reacciones durante el proceso de curación. Te dejamos algunas recomendaciones específicas según el tipo de piel que tengas:
La piel seca tiende a necesitar más hidratación. Aplica una loción sin fragancia varias veces al día para mantener la piel hidratada y evitar que se agriete. Usa pomadas más espesas y emolientes, como Bepanthol o Cannanthol, para crear una barrera protectora y mantener la humedad.
Evita jabones y productos que contengan alcohol o fragancias fuertes, ya que pueden resecar aún más la piel.
Lava tu tatuaje con un jabón suave y sin fragancia para evitar la acumulación de grasa que podría obstruir los poros y causar infecciones.
Usa una loción ligera y no comedogénica (que no obstruya los poros) para mantener la piel hidratada sin añadir grasa extra. Evita pomadas y cremas pesadas que puedan aumentar la oleosidad de la piel.
Utiliza productos específicamente formulados para piel sensible, que no contengan fragancias, alcohol ni colorantes.
Antes de aplicar cualquier nuevo producto, haz una prueba de parche en una pequeña área de la piel para asegurarte de que no cause una reacción alérgica. Evita ropa ajustada y fricción excesiva en el área del tatuaje para prevenir irritaciones.
Sigue una rutina de cuidado equilibrada, manteniendo el tatuaje limpio, hidratado y protegido del sol. Utiliza productos suaves y sin fragancia para mantener la piel en buen estado sin causar irritación.
Hidrata las áreas secas con lociones más ricas y utiliza lociones más ligeras en las zonas grasas. Utiliza productos que puedan adaptarse a las diferentes necesidades de tu piel, evitando aquellos que sean demasiado astringentes o grasos.
Conocer y entender tu tipo de piel te permitirá elegir los productos adecuados y adoptar las mejores prácticas para cuidar tu tatuaje (y tu piel en general), asegurando que se cure adecuadamente.
El cuidado de un tatuaje está rodeado de muchos mitos y conceptos erróneos que queremos desmentir en este apartado. ¡Atentos!
Aunque es cierto que debes evitar sumergir tu tatuaje en agua (como en piscinas, jacuzzis, o playas) durante las primeras semanas, es fundamental lavar tu tatuaje suavemente con agua tibia y jabón antibacteriano sin fragancia para mantenerlo limpio y prevenir infecciones.
La vaselina no es ideal para los tatuajes en proceso de curación porque puede obstruir los poros y atrapar bacterias, lo que podría causar infecciones. Es mejor usar pomadas específicas para tatuajes o lociones recomendadas por tu tatuador que sean ligeras y permitan que la piel respire.
Cubrir el tatuaje con una venda o film es esencial sólo durante las primeras horas después de hacértelo. Luego, es importante dejar que el tatuaje respire. Sin embargo, en situaciones específicas, como trabajar en un ambiente poco higiénico o practicar ciertos deportes, puede ser útil cubrirlo temporalmente para protegerlo.
Rascar o quitar las costras puede dañar el tatuaje, causando cicatrices y pérdida de pigmento. Es esencial dejar que las costras se caigan por sí solas para asegurar una curación adecuada.
Aunque el cuidado intensivo es crucial durante las primeras semanas, mantener un tatuaje en buen estado requiere cuidados continuos. Protege siempre tu tatuaje del sol y mantén la piel hidratada para preservar la calidad del diseño a largo plazo.
Siguiendo estos consejos adicionales, podrás disfrutar de un tatuaje bien cuidado y bonito durante muchos años, asegurando que el arte en tu piel permanezca tan radiante como el primer día. Y tú ¿tienes más trucos para cuidar tus tatuajes?
Me llamo Elena Cortés, nací y pasé mi infancia en Alemania. De padres españoles que al final volvieron a sus orígenes. Mi aventura con la escritura comenzó en el año 2018 a raíz de un grave problema de salud. Pero convertí mi hobby en mi trabajo.
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